El valor patrimonial de las fábricas
¿Quién no ha oído hablar alguna vez de los mercado de San Miguel o de San Antón de Madrid? ¿Habéis asistido a algún concierto en el Espacio TYCE en Guadalajara? La recuperación de mercados, mataderos, depósitos de agua o estaciones de ferrocarril para convertirlos en lugares públicos parece hoy una realidad que está de moda. Por ello, ITEGU indaga en este artículo en el porqué de este fenómeno y les propone visitar las fábricas rehabilitadas más emblemáticas.
Hasta hace tan sólo unas décadas, las fábricas carecían de reconocimiento social, profesional y legal. Quizá se debiera a que estaban más próximas al mundo de la ingeniería que al de la arquitectutra o a que estaban emplazadas fuera de la ciudad, en ubicaciones periféricas. Lo cierto es que el aspecto estético no era una de las preocupaciones empresariales del s. XIX. Además, por la propia naturaleza de las industrias, las fábricas poseían un carácter utilitario efímero, de ahí que los ingenieros se permitieran innovar en materiales y técnicas en pos de de la eficiencia productiva.
Sin embargo, en la actualidad muchos Ayuntamientos o particulares emprenden obras de rehabilitación para evitar el derribo de edificios como mercados o mataderos, tomando así en consideración los valores humanos, artísticos o históricos de dichos edificios. Igualmente, el mantenimiento de barrios obreros o degradados es cada vez más frecuente; sobre todo en el norte de España, en ciudades como Gijón (barrio de La Calzada), Bilbao (Margen Izquierda de la ría de Bilbao) o Barcelona (Poblenou). Estas intervenciones se deben sin duda al hecho de que estas estructuras han perdido su razón de ser productiva, aunque sigan conservando su solidez constructiva, la calidad de sus espacios o su posición en la trama urbana, porque si bien es cierto que estas fábricas hace décadas se situaban en el extrarradio de las ciudades, a día de hoy están plenamente integradas en ellas.
En Guadalajara, tan sólo tenemos el ejemplo del Espacio TYCE, pero podrían emprenderse actuaciones en la Fábrica de Mora, situada en la calle Jaraba del Barrio de los Manantiales, o en el antiguo Parque Militar de la calle Francisco Aritio.
Desde ITEGU queremos además invitaros a la reflexión: ¿de verdad el único uso posible relacionado con este tipo de estructuras es el cultural de iniciativa pública? La transformación de fábricas en pisos de viviendas comunes, en lofts o en locales terciarios promovidos por particulares comienza a ser una realidad frecuente entre nosotros en lugares como Manchester o Nueva York. En España, la primera fábrica de pisos de hormigón armado levantada se encuentra en Bilbao (fábrica de harina Las Ceres).
Para terminar, les dejamos un vídeo en el que pueden ver cómo se ha reconvertido un antiguo taller de joyería en un loft (segundo vídeo de la barra horizontal) situado en pleno barrio de Gracia en Barcelona.